Por Tariq Alhomayed
Publicado por Asharq al-Awsat (Londres)- 17 de febrero de 2008
Tariq Alhomayed sostiene que la manera en que Irán y Siria salieron en apoyo de Hassan Nasralá ante el asesinato en Damasco del número dos de Hezbolá, Imad Mughniyeh, revela ciertos puntos importantes. Primero: la alianza entre Teherán, Damasco y Beirut coincide en señalar al Líbano como el frente de batalla contra Israel. Segundo: el colapso del país de los cedros es incidental para esta alianza, siempre y cuando sirva a sus intereses. Tercero: las amenazas de Nasralá hacia los libaneses que no acepten sus postulados, "invitándolos" a hacer un master en Washington o Tel Aviv, refleja la naturaleza de su proyecto político. Cuarto y último: los libaneses no tienen porque elegir entre ser un estado sirio o iraní, ni tampoco israelí o norteamericano, deberían optar simplemente por vivir en un estado independiente, democrático y diverso. Tariq Alhomayed es el director del periódico árabe Asharq Al-Awsat.
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