Foto: 'Gogor', 'activista de ETA y asesinado por las FOP en San Sebastián'. (Foto: Mitxi)

La impunidad de los etarras
La necrópolis del terrorista
*La tumba de 'Gogor' recuerda su pasado en ETA, sola en la zona verde
*El PP ve 'trato de favor' y ya ha presentado una queja ante el Gobierno local
*López avanzó que impediría toda impunidad y apología en espacios públicos

Fuente: www.elmundo.es
23 de mayo de 2009

Por Pau Blasi

Lo que comenzó como unas obras para la remodelación del cementerio municipal se ha convertido en un inesperado homenaje a un miembro de ETA. Ha ocurrido en el municipio vizcaíno de Amorebieta, gobernado por el PNV.
En octubre de 2007, el alcalde, David Latxaga, publicó un bando en el que informaba de las reformas que se iban a llevar cabo con el fin de crear una zona verde en el cementerio. Estos trabajos iban a obligar a exhumar los restos humanos allí enterrados.
La familia del etarra Andrés Izaguirre Gogorza, Gogor, presentó entonces una queja, porque el cadáver de su allegado, fallecido en 1981, ya había sido movido once años antes. La decisión final del Ayuntamiento ha sido insólita. Ha mantenido la tumba del terrorista, que cuenta con un retrato del muerto y recuerda su pasado en ETA, sola en la zona verde.
El PP ya ha presentado una queja ante el Gobierno local, por considerar que ha habido un trato a favor y se está cediendo «un lugar especial» para el etarra en comparación con el resto de tumbas que sí han sido trasladadas.
Gogor fue un dirigente de ETA durante los años de la Transición que falleció el 21 de octubre de 1981, junto a su compañero José Jáuregui Altube, Josetxu, tras un enfrentamiento con la Guardia Civil en Rentería. Se cree que los etarras se disponían a robar un vehículo para secuestrar al hijo de un empresario.
Izaguirre Gogorza fue enterrado en su localidad natal entre fuertes medidas policiales y su fallecimiento ha sido motivo de homenajes anuales por parte de miembros de la izquierda abertzale local.
Hace dos años, la Asociación de Víctimas del Terrorismo denunció en vano la celebración de este acto en el que familiares y amigos del etarra marcharon en manifestación hasta el cementerio, tras una pancarta en la que se leía «El pueblo no perdona, ni olvida».

Activista asesinado por las FOP
En 1996, los restos de Izaguirre fueron trasladados a la zona de cementerio que ha sido ahora reformada. Allí se levanta un monolito con la efigie del etarra, sobre su alias, Gogor, y un epitafio que lo presenta como «activista de ETA» que fue «asesinado por las FOP (Fuerzas de Orden Público)» en 1981.
Cuando hace dos años el alcalde informó sobre las obras de acondicionamiento del cementerio e invitó a los titulares de las sepulturas afectadas a personarse en la Oficina Técnica Municipal para iniciar los trámites correspondientes, los familiares del terrorista no tardaron en acudir al Ayuntamiento para reclamar que no se exhumasen los restos de Gogor.
Argumentaron que ya habían sido trasladados once años antes y que tenían derecho a permanecer en el mismo lugar. No hubo petición formal, ni compromiso por escrito del Consistorio, pero los hechos han evidenciado que el Gobierno local accedió a la pretensión de la familia.

Reacciones encontradas
La solución ha suscitado reacciones encontradas, ya que se ha permitido mantener el monolito en recuerdo a Gogor en un lugar destacado del cementerio. No en vano, se han desalojado todas las tumbas cercanas y la suya ha queda sola en un espacio verde.
La concejal del PP en Amorebieta, Beatriz Calvo, presentó el jueves una solicitud pidiendo al Ayuntamiento que traslade esta tumba, igual que ha hecho con el resto y aseguró que «no es de recibo» que la familia de Izaguirre reciba un trato diferente al del resto de vecinos. «Da la sensación de que se ha querido hacer un lugar especial», denunció Calvo.
La solicitud va a ser estudiada por el equipo de Latxaga, pero tiene poco visos de prosperar, ya que el PNV cuenta con mayoría absoluta en Amorebieta. Quedará por ver entonces si el Gobierno vasco tiene capacidad para actuar en este asunto.
Patxi López ya ha anunciado en reiteradas ocasiones que no va a permitir que haya espacios públicos «para la impunidad y para la apología del terrorismo». La retirada de carteles con fotografías de presos etarras en Mondragón o en San Sebastián ha sido un ejemplo de esta voluntad, pero es más dudosa la posibilidad de poder intervenir en cementerios.